La mayoría de las
lesiones que son atribuidas a la práctica deportiva, son en realidad la
consecuencia de la repetición de prácticas inadecuadas. Con el desarrollo que
han adquirido las ciencias del deporte, estos problemas son absolutamente
previsibles y evitables. La lesión deportiva puede resultar de dos
circunstancias:
En la primera, hay un
hecho traumático, ya sea un objeto o el mismo cuerpo humano que hace de objeto
por la velocidad que desarrolla, chocando con otro cuerpo, con el suelo o con
otro objeto. Esa es la llamada lesión aguda, accidental, donde la
colisión o el choque vence la resistencia de los tejidos. A pesar de que los
tejidos estén adaptados a ese esfuerzo, la lesión es mucho mayor por la
velocidad desarrollada hasta el impacto.
En la segunda, la lesión
deportiva crónica es la que tiene lugar por la repetición de actividad
deportiva que, sumada en el tiempo, va produciendo en un organismo un microtraumatismo,
que llega a vencer la resistencia del tejido como si fuera el gran impacto del
choque de la lesión aguda. La correcta denominación de este daño es "lesión
por sobrecarga", porque la carga de trabajo fue mayor a la que
es capaz de soportar un tejido determinado, llámese tendón, ligamento o
músculo, componentes todos ellos del aparato locomotor.
Las diferencias entre
estas dos categorías de lesiones deportivas son importantes. En la lesión
deportiva aguda, se produce una rotura instantánea porque la fuerza es
grande. En cambio, en la lesión crónica el dolor aparece de repente y sin haber
hecho aparentemente nada fuera de lugar. Siempre es el exceso de fuerza sobre
el tejido lo que produce la lesión.
Cualquier tipo de
lesión para el deportista es importante, porque no le permite desarrollar su
rendimiento máximo, para lo cual trabajó un determinado tiempo. En muchas
ocasiones las lesiones se manifiestan por factores predisponentes de su
estructura corporal o por factores externos, como superficies de juego o
elementos deportivos inadecuados, o esfuerzos superiores a las capacidades del
individuo.
¿CUÁLES SON LAS LESIONES DEPORTIVAS AGUDAS
MÁS FRECUENTES?
HERIDAS
Es la lesión de
origen traumático, en la que existe pérdida de la continuidad de uno o más
tejidos.
Clasificación:
1. Abrasivas: Causadas por fricción o frotamiento con una
superficie áspera, también llamadas escoriaciones o raspones. Por lo general, sólo
dañan tejido cutáneo y subcutáneo, se producen en terrenos irregulares o de superficies
duras o ásperas.
2. Cortantes: Se caracterizan por presentar bordes
regulares y afrontan perfectamente; se pueden producir por implementos deportivos,
vidrios, láminas, etc.
3. Punzantes: Heridas provocadas por objetos que presentan
punta, como: clavos, varillas, artículos deportivos, etc.
4. Contundentes:
Provocadas por objetos romos en traumatismo directo; se pueden
provocar por piedras, postes, gradas y las diversas áreas anatómicas de contacto permitidas en deportes de combate.
La gravedad de la
lesión dependerá de la región afectada, por lo que el tratamiento puede variar
posterior a la valoración del tipo de herida, gravedad y complicaciones que se
presenten, se deberá proceder a la aplicación de los primeros auxilios, teniendo
como base las siguientes acciones:
a) Lavado de la zona
afectada con agua limpia, jabón y gasas estériles, limpiando en un solo
sentido, de arriba hacia abajo, abriendo la herida y limpiando de adentro hacia
fuera.
b) Aplicación de un
antiséptico local como isodine o benzal.
c) Aislamiento de la
herida del medio ambiente por medio de gasas y un vendaje.
CONTUSIÓN
Patología
traumática-inflamatoria más frecuente en las actividades deportivas. Las
consecuencias de la contusión dependerán del sitio donde se recibió y la
intensidad del traumatismo.
Su manifestación es a
través de dolor, rubor, calor y/o tumor, todos estos datos del proceso
inflamatorio.
El tratamiento
inicial, siempre y cuando no haya complicaciones, el tratamiento inicial
consiste en el uso de métodos terapéuticos dirigidos esencialmente a impedir o
limitar la aparición de hemorragia y/o edema, así como disminuir el dolor
mediante la aplicación local de frío: en forma sólida (hielo triturado o
paquetes fríos), líquida (agua fría) o gaseosa (cloruro de etilo). Se deberá
considerar si es necesario retirar al jugador del terreno de juego, para
valoración completa y así determinar complicaciones y severidad de la lesión.
Posteriormente iniciar el método HICER, el cual se mencionará más adelante.
DISTENSIÓN
Es la lesión
microscópica del músculo, que se produce al sobrepasar los límites normales de
la elasticidad, produciéndose un estiramiento de las fibras sin que exista un
daño anatómico ni ruptura de las mismas, por examen clínico no es demostrable
una solución de continuidad del músculo.
Su manifestación
clínica se caracteriza por dolor intenso y súbito, el sujeto es capaz de
tolerar la molestia y puede continuar su actividad. La evolución de este tipo
de lesión es rápida y favorable a la mejoría en pocos días. El tratamiento es a
través del método HICER.
CONTRACTURA
Son contracciones
musculares dolorosas, de corta duración e involuntarias, causadas por isquemia
(irrigación insuficiente del músculo), contusión, desequilibrio hidro-electrolítico,
sobrecarga de trabajo muscular, uso de accesorios elásticos o utilización de
vendajes muy ajustados.
Sus manifestaciones
clínicas son: dolor intenso y contracción del músculo afectado.
El tratamiento
consiste en estirar el músculo y al controlar la contracción dar un ligero
masaje para controlar el dolor e incrementar el flujo sanguíneo.
DESGARRO
Ruptura macroscópica
y parcial de un músculo, en el cual si se muestra solución de continuidad, se
considera como lesión grave, ya que puede haber ruptura extensa de fibras
musculares.
Su manifestación
clínica es dolor intenso y la incapacidad funcional, se presenta frecuentemente
un hematoma postraumático cuya magnitud puede palparse como un abultamiento.
Tratamiento.- El
método HICER debe utilizarse de acuerdo al tipo, región, severidad y
complicaciones que presente el desgarro. Se encuentra absolutamente
contraindicado el uso de masoterapia durante la primera semana de evolución.
ESGUINCE
Los esguinces
(torceduras) son lesiones que se producen cuando existe un movimiento forzado
de la articulación, más allá de sus límites normales, van desde la distención
hasta ruptura de un ligamento.
Los esguinces se
dividen según la intensidad de la lesión en:
·
Grado 1.- Elongación (las
fibras solamente se estiran)
·
Grado 2.- Ruptura parcial
(algunas fibras de los ligamentos se rompen)
·
Grado 3.- Ruptura total
(todas las fibras se afectan)
Sus manifestaciones
son: dolor, inflamación e incapacidad funcional que van desde ligera a
importante de acuerdo a la lesión. Cuando existe ruptura ligamentaria puede
presentarse equimosis leve a severa. En los esguinces grado 2 y 3 hay que tomar
en consideración la posibilidad de fractura ósea, por lo cual es necesario
corroborar con estudios radiológicos.
Tratamiento.- Las
medidas generales básicas se realizan a través del método HICER, continuando
con las medidas específicas, las cuales dependerán del grado de esguince.
LUXACIÓN
Una articulación está
luxada cuando existe la pérdida de la relación normal de las caras articulares,
es decir, existe desplazamiento de los huesos fuera de la articulación.
Las manifestaciones
clínicas son: dolor, incapacidad funcional, deformación y posición anormal de
la extremidad afectada. La pérdida de contacto de las caras articulares es sólo
posible a consecuencia de lesiones importantes de las zonas blandas
periarticulares, así como de los mismos componentes de la articulación: sinovial,
superficies cartilaginosas, cápsula, ligamentos, tendones, músculos, nervios, vasos,
que pueden estar comprimidos, pellizcados, desgarrados o arrancados.
El tratamiento debe
iniciarse tan pronto sea posible, con el fin de evitar que se agrave. El método
HICER como tratamiento primario es importante. Existen casos en donde es
necesario el traslado a un hospital para valoración radiológica para descartar
fractura y realizar la reducción, evitando de esta manera complicaciones neurovasculares
por una mal reducción realizada en campo.
FRACTURA
1. Fractura cerrada, es
aquella en la cual la piel permanece intacta, si este tipo de fractura se
maneja de forma inadecuada, puede agravarse peligrosamente transformándose en
abierta o complicada.
2. Fractura abierta, en
esta lesión una herida en la piel pone en comunicación el foco de la fractura
con el exterior. Este tipo de fractura es grave por el riesgo de infección,
exigiendo cuidados especiales.
3. Se habla de una
fractura complicada cuando los fragmentos cortantes del hueso roto han dañado
algún órgano (vasos sanguíneos, nervios, pulmones, médula espinal). Esta clase
de fractura puede darse tanto en uno como en otro de los dos casos citados.
Las manifestaciones
son: incapacidad funcional, dolor repentino violento, fijo, localizado, edema,
puede existir o no deformación de la zona lesionada, y crepitación, en este punto
es importante considerar la existencia de una luxación si la lesión se
encuentra en una articulación. En presencia de una lesión sospechosa de
fractura, se debe actuar como si realmente existiera.
El tratamiento es con
inmovilización inmediata, férulas, tablas o cabestrillos, o situación necesaria
con el mismo cuerpo del paciente. En caso de presentar herida y/o hemorragia
cubrir y contener el sangrado. Traslado al hospital más cercano. Importante: no
se debe realizar la movilización o traslado del paciente sin haber inmovilizado
la fractura.
¿QUÉ DEBES HACER SI TE LESIONAS DURANTE
LA REALIZACIÓN DEL EJERCICIO FÍSICO?
Cuando empieces a
forzar el cuerpo de nuevas maneras, las probabilidades de sufrir una lesión
aumentarán. No es posible prevenir completamente las lesiones, pero se pueden
minimizar los riesgos. Si comprendes
cómo trabaja tu cuerpo y lo entrenas bien, es menos probable que sufras
molestias, dolores, tensiones y esguinces.
¿QUÉ PUEDES HACER SI TE LESIONAS?
Las primeras 24 horas
tras la lesión son las más críticas porque determinan el grado que alcanzará la
lesión y cuánto tardará en recuperarse. Inmediatamente después de que tenga
lugar la lesión, se inflamará la zona: se pondrá roja, caliente y dolerá.
La intensidad de la
inflamación varía según la lesión y es, de hecho, el inicio del proceso de
recuperación, aunque el cuerpo tienda a reaccionar de manera exagerada. Lo
primero que se debe hacer es disminuir el proceso de inflamación.
La manera más
sencilla de recordar que hacer es el acrónimo HICER: hielo, compresión,
elevación y reposo.
HIELO
Para ralentizar el
metabolismo de los tejidos del área afectada, debe someterlas a una especie de
"animación suspendida", con agua fría o un paquete de hielo. (Un
paquete de verduras congeladas es ideal, pero envuélvelo en un trapo, o te
podrías arriesgar a quemarte).
COMPRESIÓN
La diseminación de
los fluidos que se acumulan como resultado de la hinchazón y las hemorragias
puede disminuirse mediante la compresión. La manera más sencilla de comprimir
una lesión es una venda elástica. Debe ser cómoda y no apretar demasiado o
restringiría el fluido de sangre a la zona.
ELEVACIÓN
Es aconsejable
mantener la parte de su cuerpo lesionada elevada y bien sujeta para que los
fluidos producidos por la hinchazón y las hemorragias puedan drenar bien.
Conviene en particular, si la lesión es en una pierna, para que estos fluidos
no se acumulen en el pie.
REPOSO
No se puede eliminar
una lesión sin reposo. Aunque el dolor desaparezca, el daño en el tejido
persiste. Debe reposar un mínimo de 4 a 48 horas. Durante este tiempo debe
proteger la lesión de posibles daños, así que quizás necesite entablillar.
Muchas personas
siguen entrenando aunque estén lesionadas, creyendo que si se ponen una tobillera
u otro tipo de venda están protegidos contra las lesiones. Esto no es una buena
idea. Si llevas mucho tiempo lesionado, una venda puede aislar el músculo
dañado, permitiéndote trabajar los que hay alrededor, pero en circunstancias normales
el reposo es la mejor cura.
Toma en cuenta que si
está lesionado y sigue trabajando la hinchazón y la hemorragia pueden aumentar
y provocarte más problemas, por último no olvides consultar a tu médico o a un
fisioterapeuta.
CAUSAS MÁS COMUNES DE LESIONES
·
Calentamiento
previo insuficiente.
·
Calentamiento
posterior insuficiente.
·
No
hacer estiramientos antes y después del ejercicio.
·
Sobreentrenamiento.
·
Falta
de reposo.
·
Calzado
incorrecto.
·
Equipo
inadecuado.
? Trabajar el cuerpo
en contra de su constitución.
? Ignorar lo que
intenta decirnos nuestro cuerpo.
? Mala técnica, sobre
todo en los ejercicios de fuerza.
? Ignorar normas de seguridad.
? No comer
adecuadamente.
? Adicciones:
tabaquismo, alcoholismo o uso de drogas.
Como puedes ver una
de las causas de lesiones más común es la falta de un calentamiento adecuado,
por lo que te recomendamos considerar siempre dentro de tu programa de
actividad deportiva la realización de este tipo de ejercicios.
EJERCICIOS DE CALENTAMIENTO
El tiempo de
calentamiento es variable, tu puedes realizarlo de 8 a 15 minutos. Sigue los
siguientes pasos:
1. Corre sin moverte del
mismo sitio, sobre las puntas de los pies o salta durante un minuto, descansa
medio minuto y repítelo durante un minuto.
2. Siéntate en el suelo,
con las rodillas flexionadas y los pies fijos con un soporte. Tiéndete y vuelve
a sentarte. Repite el ejercicio 16 veces.
3. Tiéndete boca abajo,
con un cojín bajo la pelvis. Levanta las piernas y la parte superior del
tronco, de forma que el peso del cuerpo caiga sobre el cojín. Mantén los brazos
en los costados. Hazlo 16 veces.
4. De pie, con las
piernas separadas, realiza 24 giros de hombros. Cambia el sentido cada cuatro
giros.
5. De pie, con las
piernas separadas, haz 24 giros o rotaciones con los brazos extendidos.
6. De pie sobre una
pierna, apoyando una mano en algún lugar, haz 24 balanceos de la pierna, y del
brazo libres, pero en sentidos opuestos. Cambia de apoyo cada cuatro balanceos.
7. De pie, con las
piernas separadas y las manos apoyadas en las caderas, rota éstas lentamente.
8. Salta sobre la punta
de los pies o corre a ritmo moderado durante medio minuto.
9. Tiéndete en el suelo
boca abajo (o, si aún no estás en forma, apóyate inclinado sobre algún mueble
fijo). Extiende los brazos para elevar el cuerpo, estando recto. Hazlo 1-15
veces.
10. Salta de puntillas
sin desplazarte, corre, o sube y baja de un escalón durante 1-5 minutos.
COMO EVITAR LESIONES
Los dolores
aparentemente menores suelen ser indicios de que bajo la superficie hay algo
más grave. Hazte revisar cualquier dolor sospechoso antes de que empeore. No lo
dejes para cuando sea demasiado tarde.
REPOSO ADECUADO
El reposo es esencial
entre las series, sobre todo en los ejercicios de fuerza. Los músculos no se
desarrollan mientras trabajas sino en las horas siguientes a una rutina. Es
también el momento en que el cuerpo recupera sus niveles de energía con
glucógeno y grasas.
Cuanto más largo sea
el ejercicio y más repeticiones hagas, más tarda el músculo en recuperarse. A
medida que mejores tu forma física necesitarás menos descanso entre las series,
debes tomar en cuenta que los grupos musculares más grandes necesitan también mayor
reposo.
FATIGA CRÓNICA
La fatiga crónica se
instala si se sigue entrenando más allá de las fuerzas del cuerpo y favorece
las lesiones. Las señales de sobreentrenamiento incluyen una disminución del
rendimiento a pesar de sentir que se trabaja duro; dolores, molestias en las
articulaciones, tendones o músculos; pérdida de fuerza; hormigueo, las
articulaciones se duermen o agotan en exceso; cansancio general; problemas para
dormir; tos constante, resfriados y otras dolencias menores.
Toma en cuenta lo que
te dice tu cuerpo, más vale prevenir que curar.
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